miércoles, 16 de enero de 2008
viernes, 4 de enero de 2008
martes, 1 de enero de 2008
Robo de celulares: una moda que incomoda
Texto tomado del blog de un amigo de medellin, el cual denuncia un mal que crece y abunda en nuestra querida medallo.
En Medellín, pasamos del miedo al terror de salir a la calle con algún objeto de valor. Sobre todo si se viaja a pie o en transporte urbano (Taxi, Bus, Metro, Metro Cable, Colectivo, Chivero y próximo Metro Plus). Además de robar en casas, robar motos, autos, dinero y cualquier objeto de valor considerable, los incontrolables amigos de lo ajeno y profesionales de la maldad se ensañaron con los teléfonos celulares.
¿Para qué le puede servir a un sujeto robarse un teléfono Nokia 1108 rayado, desajustado y lleno de mugre? Lo que es seguro es si un aparato con estas características se lo roban también se roban, y con mayor razón, los teléfonos último modelo.
El daño que hace un robo de éstos es grave porque se pierden números telefónicos porque los aparatos sirven de agenda, de reproductor, de diario, de buzón de correo y hasta de álbum. Todos los datos se almacenan en el chip que se convirtió en la memoria auxiliar de todos los que acceden a este servicio móvil.
Los ladrones operan sacando los teléfonos de los bolsos de las personas mientras caminan por el centro, en un bus y de frente intimidando a las personas con armas o con amenazas de sacar un arma. Además aprovechan para llevarse dinero y objetos de valor. Lo curioso es que nunca hay un policía cerca.
Sin embargo no muchos corren con la suerte de las ratas gordas que comen y comen sin caer en la trampa. Muchos terminan golpeados por las víctimas que no se dejan intimidar o por los mismos transeúntes que al oír el escándalo actúan. Otros terminan en el baúl de un taxi y nunca se vuelve a saber de ellos. Los que tienen suerte, en algunos casos, es porque los roban sin que la víctima se entere.
Aunque una tarde, entre las calles El Palo y
Después de que roban, los que logran hacerlo, intentan venderlo. Lo ofrecen a la gente en el centro de la ciudad. Se acercan a los transeúntes diciendo en voz baja: “barato, lo vendo barato, lo saqué de una vitrina, cuánto me da”. La gente sigue de largo porque los vendedores dejan notar que también son ladrones. La policía no se entera, su labor está más enfocada en coquetear con las colegialas y las mujeres que pasan y hacer una que otra requisa para capturar un cortaúñas o una navaja llavero.
Otra forma de robar es persiguiendo a alguien que tienen un modelo específico de teléfono celular que ya tienen encargado para vender.
En Medellín y en el mundo entero los ladrones incomodan.agradecimientos: http://www.cafedenuncia.org/blog/
Publicado por diegosplay en 23:13